Incluimos hoy un poema de Iniciación al desencanto:
HE AQUÍ QUE EL HOMBRE
inventó tantas armas
que olvidó la palabra,
y ya nunca más mató
con su voz los rencores
sino con su dedo
los cuerpos,
cayendo como rosas asesinadas
en un antes de tiempo,
y no quiso preguntarse
hasta dónde
la palabra puede servir
porque su fuerza
debía ser incuestionable
en la sinrazón.
He aquí que el hombre
inventó tantas armas
que olvidó la palabra,
y quien se desmoronaba
era él mismo
al vestirse de muerte.
Carlos Alcaide Romero.
miércoles, 29 de noviembre de 2017
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